jueves, 16 de septiembre de 2010

La vida

Cuando viajo en el metro me pregunto lo que deben preguntarse todas las personas, por qué cresta vamos todos con esa cara larga de día lunes. Es increíble, todos metidos ahí haciendo nada más que verse feo la cara unos con otros. Da miedo decir hola, quizá la persona agarre lo primero que tenga a mano y te golpee, al menos esa impresión da desde el propio punto de vista.

Es que todo nos individualiza, nos separa, no nos quiere en relación con los demás. "El pueblo unido jamás será vencido" quizá hay algunos por ahí que tienen miedo de que se cumpla.

Desde el colegio que te empiezan a poner trabas, todo es una competencia, hay niños que son porros, otros que son mateos, y están los que no les importa mucho eso. Pero se genera rivalidad, el placer de ser mejor que el resto, ocultar lo que haces porque te pueden copiar. Al menos en las pichangas y demás juegos se rompía ese esquema, pero un atisbo da de cómo serán las cosas más adelante, sólo que en esta etapa como que no son en serio, no te afectan tanto.

La televisión también te va haciendo más egoísta, más individualista, más aparte de la gente. Muestra cómo puedes, literalmente, cagarte al resto. Que si usas tal o tal cosa serás apreciado por los demás y podrás estar un escalón arriba mirándolos hacia abajo. Que si tienes algo, no debes compartirlo, debes presumirlo. Que el único éxito, no es ser feliz, es tener poder y dinero, o quizá, sólo dinero.

El trabajo se transforma después en tu prisión, ya que es lo que te da dinero, y como la televisión te enseña que sin él eres nada, trabajas y trabajas. ¿y el tiempo para ser feliz? que más da, ser feliz no da dinero, no te pone por sobre los demás, no te hace más grande para esta sociedad. Todos quieren ser felices, supongo, pero nadie está dispuesto a hacer un sacrificio para serlo.

Por último, terminamos en el metro o en la micro, o en el taco si vas en auto, viéndonos las caras sin ánimos, total, qué gano yo o tu haciendo amigos, eso no hace dinero. Por Dios que suena frío todo, y nosotros sin hacer nada, aceptando lo que nos llega y lo que nos dicen esas personas tan expertas en economía, pero no en seres humanos, por algo algunas de sus áreas se llaman "Recursos Humanos", estamos reducidos a ser tan importantes en una empresa como los muebles, los computadores o la nueva alfombra.

Qué tanto daño podemos hacer diciendo "hola", da miedo, pero es algo irracional, instalado en nuestros cerebros por todas las cosas que escribí anteriormente. Si todos somos personas y sabemos comunicarnos, o al menos usar un poco eso que llaman lenguaje (en este caso el español). ¿Qué ganamos? saber lo que le ocurre a otras personas, cambiar nuestro punto de vista, moverlo a uno más general, dirigir de alguna manera el barco a donde todos queremos ir.

Probablemente esto ya lo escribió alguien, o quizá ya lo pensaron millones de personas, pero aun sigo viendo en el día a día las mismas caras aburridas. Si hay alguien que piense parecido, genial, si no, bienvenido sea a expresar lo que no le parece, total nadie es dueño de la verdad, si aun no se dan cuenta algunos, no tiene precio, al menos no monetario.

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