martes, 28 de septiembre de 2010

Tajadas de tiempo

En computación, antes de que existieran los procesadores de varios núcleos, para simular que la máquina que teníamos al frente estaba haciendo varias cosas a la vez, se tenía que recurrir a las tajadas de tiempo.
El tiempo de procesador se divide en varias tajadas pequeñas, de unos cuántos mili-segundos, de manera que se va repartiendo entre todos los procesos que están siendo ejecutados sin que ellos se den cuenta de ésto, logrando que todo parezca que se ejecuta en paralelo.

Con las personas es distinto, nuestra cabeza es limitada en ese sentido, no podemos hacer muchas cosas a la vez, somos incapaces de dividir nuestro tiempo de pensar en varias tajadas pequeñas. En general la pasamos distraídos en ideas vagas, juicios y prejuicios mientras caminamos mirando a otras personas, absortos en la nada muchas veces, pero siempre una cosa a la vez, sólo un hilo de palabras que llamamos corriente de pensamiento.

Juramos que somos capaces de lidiar con el celular mientras manejamos, de comer mientras trabajamos, de estar y hablar con los amigos mientras perdemos el tiempo en internet, de hacer miles de cosas a la vez, de sobrevender nuestro espacio y tiempo. De ahí comienzan las enfermedades modernas, como el estrés y la depresión.

Dejemos a las computadoras las tajadas de tiempo, que nosotros disfrutamos mejor las cosas haciéndolas de a una en una. No hay necesidad de tanto ajetreo, no hay razón para acelerar nuestras vidas y quemar la vela por los dos extremos, total es una sóla. Qué tanto se gana abarcando tantas tareas en un momento si no disfrutarás ninguna.

Ve a la mesa y sirve todos los platos del almuerzo juntos: entrada, plato de fondo y postre y echa un bocado de cada uno a tu boca a la vez. Es lo mismo, la calidad de nuestro trabajo baja mientras más cosas nos distraigan de nuestra meta principal. El sabor de nuestras comidas es afectado mientras más las combinemos. La felicidad que podemos obtener de nuestras pausas se ve mermada por cuantas más preocupaciones e ideas de otras instancias nos ataquen. 

Cosas tan simples como apagar el maldito celular mientras vemos una película, atendemos una clase, realizamos un deporte o simplemente dormimos. Limpiar nuestra mente después del colegio/universidad/trabajo y hacer una pausa sin interrupciones. Comer tranquilos, con tiempo, saboreando y masticando cada cucharada. Hablar con otras personas mirándolas a la cara, poniendo atención a lo que dicen y muestran con sus cuerpos. Pensar en la noche antes de dormir, con todo en silencio, con todo oscuro. Leer un libro y pensar en lo que el autor quiso decir y no en lo que escribió textualmente. Disfrutar de un paseo guardando cada detalle.

Todo lo anterior, hacerlo sin remordimientos de que estamos perdiendo el tiempo, ya que no es algo que podamos perder. Lo que si podemos perder es la oportunidad de disfrutar todo lo que hacemos, incluso las cosas más cotidianas y habituales.

4 comentarios:

  1. si no tuviera conciencia de el autor es Fabian probablemente no lo creería.

    Que bakán que estés escribiendo! me voy a suscribir para enterarme de cada vez que actualices el blog.

    Tienes razón en lo que dices, sin embargo me sigue gustando más la big mac con las papas dentro que comerlas por separado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Supongo que el prejuicio de que los computines no saben redactar o cosas por el estilo :P

    ResponderEliminar
  3. Ucha, si se supone que de a poco iré mejorando lo que escribo y cómo lo escribo.

    ResponderEliminar